Durante el embarazo, en las mujeres se producen un mayor flujo y aporte sanguíneo, además de una serie de cambios hormonales, que origina que las encías sean más propensas a inflamarse o incluso sean más sensibles y puedan llegar a molestar. Por eso, muchas embarazadas pueden notar que les sangran las encías durante el cepillado dental cuando antes no lo hacían.

Si estás embarazada, procura cepillarte con suavidad regularmente después de cada comida y utiliza seda dental al menos una vez al día. Procura sustituir esos «antojos» por fruta fresca para satisfacer tus deseos que comer algo dulce.

No esperes para hacerte una revisión buco-dental y acude a nuestra consulta lo antes posible. En Odóntica, te realizaremos un examen dental completo y te propondremos un Plan de Visitas Durante el Embarazo, para que acudas regularmente a nuestra consulta y podamos conservar la salud de tus dientes y encías. No dejes los arreglos de dientes deteriorados para después del embarazo, pues éstos pueden ser la causa de infecciones que afecten y alteren a la salud y el desarrollo de tu bebé.

La lactancia materna es una etapa de vital importancia para el desarrollo físico, inmunológico y afectivo del bebé. Por otra parte, ayuda a un correcto desarrollo de los maxilares y favorece la correcta ubicación de la lengua en la cavidad oral para una correcta deglución.

Mientras la madre pueda dar el pecho, lo ideal es que el bebé no utilice el biberón. Pero cuando haya que sustituir la lactancia materna, debemos adquirir biberones que tengan una tetina anatómica y un orificio pequeño, para que obligue al niño a tener que extraer la leche y respirar por la nariz.

Debemos intentar que el uso de biberón no se prolongue más allá de los 2 años, puesto que un uso excesivo puede ser la causa de malposiciones dentarias, mordidas abiertas o paladares estrechos que les produzcan alteraciones en las funciones masticatoria, deglutoria o respiratoria.